En la medida de lo posible tenemos que evitar la presión a las riendas cada vez que se pueda (Tenemos que "hablar" permanente con el caballo a través de nuestras manos, riendas y bocado), la mano tiene que estar ágil y firme en la medida que se pueda hay que acostumbrar al caballo a que trabaje sin presión en la boca.
Fuente: D. Joaquín Olivera Peña
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