Hay que dedicarle al calentamiento del caballo todo el tiempo que sea necesario.
El caballo se tiene que sentir con fuerza física y psíquica para realizar los ejercicios. Moralmente el caballo debe estar relajado y con confianza en el jinete.
Al caballo hay que enseñarlo con pequeñas lecciones, y esas pequeñas lecciones, le deben seguir momentos de relax (la cesión de manos es lo que más agradecen).
FUENTE: D. Joaquín Olivera Peña
Parada a Raya. Programa nº121
Hace 5 años
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